Estaba recién casada y tenía de vecina a una de mis mejores amigas Michelle Hays. Era normal estar de visita en su casa ya que vivíamos tan cerca que disfrutábamos mucho pasar tiempo juntos. (Incluyendo a mi esposo Jeffrey y su esposo Isaac)
“¿Quieres un cóctel de frutas?” – Me pregunto con una sonrisa y sus ojos grandes y azules que la caracterizan.
“¿Tienes el cóctel hecho?”
“No pero lo puedo hacer es muy fácil. Le puedo poner miel y salvado de trigo.”
La verdad tenía mucha pena pero se me antojo demasiado y tuve que sacrificarme y aceptar. Jaja.
Lo mas interesante es que mientras hacia el cóctel me describía cada paso que iba haciendo, me sentía en un programa de cocina. Algo así como “Cocinando con Michelle”
Lo recuerdo muy bien le puso mango, plátano, uva, manzana y melón. Al final lo lleno de miel y un poco de salvado de trigo. Lo disfrutamos con una platica que sinceramente no la recuerdo pero tengo la dulce sensación no solo del cóctel si no de la linda amistad que tengo con Michelle. Ahora este es uno de mis desayunos favoritos.
Gracias por tu amistad Michelle, te extraño mucho.
El perfume y el incienso alegran el corazón; la dulzura de la amistad fortalece el ánimo. Pr. 27:9
Buajajajaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!! Estoy llorando. I MISS YOU!
ResponderEliminarpd- gracias por hacerme sonar tan buena onda. Pasale el link a todos.
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